
Mi hogar lleva tu nombre es un libro de 594 páginas divididas en 60 capítulos cortos organizados en cinco partes —«Obertura», «Aria», «Coros», «Interludio» y «Recitativos» (las partes de una ópera)— que abarcan cinco años, de 1906 a 1910. Además, la obra tiene un prefacio (en el que pensé mucho a lo largo de la historia, porque deja muchas incógnitas abiertas) y un epílogo.
La novela está narrada en tercera persona y en presente, centrándose en los puntos de vista de Dom, Violeta, Jillian y Jacqueline. Me ha encantado tener la perspectiva de todos los personajes principales, porque suele ocurrirme que echo de menos conocer de primera mano cómo se siente tal o cuál personaje; esta novela pedía a gritos múltiples puntos de vista, porque son personas con relaciones muy complejas y que vienen de sitios y clases muy diferentes. Creo que Cecilia ha hecho un trabajo estupendo, pues me parece muy complicado hacer que esta forma de narrar funcione bien en una historia.
La ambientación también es uno de sus puntos fuertes. Nunca había leído ninguna historia que ocurriera en la Inglaterra de principios del siglo XX, y mucho menos que abordara la situación de los mineros y cómo ganó fuerza la lucha obrera. Por si fuera poco, también se adentra en el movimiento feminista, centrado en esos años en el sufragismo, es decir, la batalla por conseguir que las mujeres pudieran votar.
El ritmo es muy ágil, en ningún momento decae el interés en lo que te está contando. Hay capítulos más centrados en el desarrollo de los personajes, otros en el avance de la trama; la combinación mantiene el justo equilibrio que hace que el lector se mantenga enganchado.
No puedo ser objetiva cuando me pongo a hablar de la pluma de Cecilia Agüero, porque cada historia que leo de ella me conquista más. Tiene una capacidad extraordinaria para construir unos personajes complejísimos, con unas dinámicas la mar de interesantes, mientras que plantea ambientaciones que te consiguen trasladar al lugar y la época.
Si algo hace maravillosamente bien Cecilia Agüero es presentarte a unos personajes realistas e imperfectos, con tantos matices que diríase que son personas de carne y hueso en lugar de seres ficticios.
A Dom no hay mejor manera de describirlo que con sus propias palabras: «No soy un hombre de grandes ambiciones, Jackie. Te lo he comentado alguna vez. Solo me gustaría hacer feliz a mi familia, tener a mis amigos cerca y un plato de comida en la mesa». Como hombre de la casa desde muy joven, tras la muerte de su padre en la mina, ha sido muy consciente de su responsabilidad para con su familia. Es un chico sencillo y protector, con unos principios y unas prioridades que comienzan a tambalearse una vez conoce a Jackie, a quien trata con un amor y una admiración inconmensurables (aunque no suele gustarme el instalove, en casos como este, no me molesta y, es más, me encaja perfectamente con la historia). En cuanto al trabajo, se encuentra en la espada y la pared entre la justicia y el deber:
No está contento, ni él ni nadie. Dom siente que la misma rabia e injusticia le llenan el pecho, pero siempre la ha controlado por su familia. Violeta y su madre son lo más importante para él, y no puede poner en peligro su trabajo si eso supone también un riesgo para ellas.
Jackie es un personaje complejísimo que me ha enamorado. En su casa, es invisible y está a la sombra de su hermana mayor, Jillian. Por ello, Jacqueline es rebelde e intrépida, con lo que busca —inútilmente— llamar la atención de sus padres. Quiere, por todos los medios, ser libre. Respecto a la ceguera con la que nació, provoca una reacción en los demás que no le gusta en absoluto:
Es muy sensible cuando se trata del rechazo, porque lo ha sufrido en su carne cada día de su vida. Cuando la gente hace una pausa al saber que es ciega, cuando la infantilizan solo porque no puede ver, cuando la ningunean o la ignoran, como si no tuviese ningún sentido perder su tiempo en alguien defectuoso como ella.
Eso es, claro, hasta que conoce a Dom en el sicomoro de Rothhall. A partir de ese momento, comienza a sentirse escuchada, querida, apreciada y, sobre todo, vista:
—Nunca me has tratado diferente porque no pueda ver. Eso para mí es… —Sacude la cabeza—. No me hagas cambiar de opinión sobre ti. No me trates como si fuese una inválida, porque no lo soy.
En cuanto a Violeta, me ha costado un poco conectar con ella al principio. Quiere que su madre tenga en cuenta su opinión tanto como la de su hermano, pero no deja de ser todavía una niña de 14 años. Una vez empieza a trabajar para los Darlington, gana autonomía al mismo tiempo que queda influenciada por el particular modo de ver la vida de Jillian. Se vuelve, por una parte, más egoísta y, por otra, más independiente. La relación que forjan ama y doncella es preciosa: se protegen mutuamente y darían el mundo la una por la otra.
Como con Violeta, con Jillian también me ha costado conectar, pero una vez entiendes de dónde viene, es mucho más sencillo saber por qué es así y actúa como actúa. De buenas a primeras, se presenta como egocéntrica y egoísta, que trata fatal a su hermana y que no hace sino amoldarse a lo que los demás quieren de ella: debe convertirse en la esposa perfecta para encontrar un marido propicio. No obstante, hay muchísimo detrás de esa fachada y merece mucho la pena conocer al personaje en profundidad.
No creo que Jillian entienda la manera en la que se ha deformado para corresponder a las expectativas de quienes la rodean.
Respecto a los personajes secundarios, destaco especialmente a una de las amigas de Dom, Maida, uno de mis personajes favoritos. Es la definición perfecta de amistad, solidaridad y sororidad. Amé cómo fue evolucionando, cómo supo admitir sus errores y crecer a partir de ellos. También es importante para la historia otro amigo de Maida y Dom, Nash, que me gustó mucho porque hablaba sin pelos en la lengua y era el único que ponía los puntos sobre las íes a los demás personajes.
Mi hogar lleva tu nombre trata muchísimos temas, y a cuál mejor. Como ya comentaba al principio, se adentra en la lucha obrera de los mineros en la Inglaterra de principios del siglo XX. Me ha fascinado cómo se va construyendo el sindicato y cómo los personajes van adhiriéndose a él al descubrir que, juntos, son mucho más fuertes.
En la misma línea, el libro aborda el movimiento feminista en cuanto a la lucha por el sufragio femenino; a lo largo de la historia se constituye la Unión Social y Política de Mujeres (WSPU), que velan por los derechos de las mujeres en una época en las que no tenían ni voz ni voto. No obstante, lo que me ha encantado de la novela es que el feminismo no es solo un telón de fondo, sino que se imbrica en el hacer y sentir de los personajes femeninos. Se puede percibir, por un lado, en Jackie, porque a pesar de pertenecer a una familia rica, está enjaulada y encorsetada, pero logra deshacerse de sus cadenas y volar libre; y, por otro lado, en Maida,, porque es la sororidad hecha personaje, ya que el hecho de que una chica esté enamorada de la misma persona que ella no impide que ambas se hagan amigas.
Otro tópico principal es el amor entre personas de diferentes clases sociales. Si el amor, ya de por sí, es más que complejo, cuando se trata de personas que se han criado en círculos, ambientes y familias de clases sociales dispares, las dificultades se multiplican. En ese sentido, Mi hogar lleva tu nombre es riquísima y juega con la tensión entre «lo que está bien» y «lo que está mal». De este modo, el slow burn está servido. Además, si hay algo que tengo que recalcar del amor entre los personajes de la novela es lo sano y bonito que es:
¿Tú has visto cómo son el uno con el otro? Es como si Dom acomodara su existencia para orbitar a su lado, sin opacarle el brillo. Jackie se merece eso, se merece a alguien que la quiera bien.
Lo que más he disfrutado de la novela es cómo explora la relación entre hermanas. Es uno de mis temas favoritos en literatura y, madre mía, Mi hogar lleva tu nombre tiene todo lo que adoro. Aunque también es importante la relación entre Dom y Violeta, el libro se centra especialmente en la de Jillian y Jackie. Cómo he disfrutado de cada uno de sus encuentros, de cómo se echaban las cosas en cara y de cómo, a pesar de sus diferencias, de sus rencores y odios, se querían y protegían de la forma en la que buenamente podían. Lo que más me ha gustado es que Cecilia Agüero ha hecho a unos personajes más que coherentes, no los ha vendido a un happy ending facilón y les ha dado un cierre como hermanas dignísimo y muy acorde a su relación.
También debo resaltar que la novela cuenta con una maravillosa representación LGTIBQ+, en la que no ahondaré para no incurrir en spoilers. Se agradece encontrar historias que tratan el amor queer sin que este esté repleto de clichés y tragedia.
Por otro lado, a través de Jackie se aborda el tema de la discapacidad. No he podido adorar más que, aunque en el libro se habla de que es ciega y cómo esto la ha moldeado y afectado a su forma de ser, su ceguera no se convierte en la trama principal y lo único a destacar del personaje.
Por último, quería comentar que el final me ha parecido sublime. Se han cerrado todas las tramas a la perfección y me ha dejado con muy buen sabor de boca. ¿Lo único malo? Tener que despedirme de los personajes después de cogerles tantísimo cariño.
No quiere que nadie más le diga lo que es o lo que puede hacer. Ella sola va a ser quien defina cada uno de esos aspectos.
Quiero convertirme en tu hogar.
Ella quiere… no sabe lo que quiere en realidad porque todavía no conoce la amplitud del mundo, pero está segura de que más allá de su hogar hay algo esperándola.
Se le dan mal las aventuras, porque no le han permitido jamás asomarse a ninguna.
La certeza de que Jackie ha nacido para brillar lo atraviesa como una estaca. Él solo tuvo el privilegio de conocerla, por pura casualidad, un poco antes de eso, pero será inevitable.
Sabía que la presencia de Dom era como una enfermedad: anida de pronto, despacio, y se esparce en silencio hasta conquistarlo todo.
Ciego no es quien no nació con la capacidad de observar, querida, sino quien solo aprecia lo que le conviene.
Puede percibir cómo la línea de los hombros de su hermano se va quebrando despacio, igual que su muro de contención. Ha jurado no volver a pensar en ella; Violeta lo sabe bien, pero también conoce, en carne propia, lo difícil que es renegar de lo que el cuerpo desea. De lo que desea con tanta intensidad que podría romperle los huesos por dentro. A él, que ha sido capaz de tirar de infinitos carros cargados de carbón desde las entrañas de la tierra.
¡Hola! No es el tipo de historias que me interese leer ahora mismo, así que la voy a dejar pasar, pero me alegra muchísimo que la hayas disfrutado tanto :)
ResponderEliminarBesitos
hola
ResponderEliminartiene buena pinta así que me lo voy a llevar apuntado, este género es de mis favoritos y seguro que lo voy a disfrutar
Gracias por la reseña
Besotesssssssssssss
¡Hola! Pues fíjate que yo no he leído nunca a la autora pero no creo que empiece por este porque no es el que más me llama. Un besote :)
ResponderEliminarPues no me sonaba de nada y me has picado muchísimo la curiosidad.
ResponderEliminarBesotes!!!
Hola :)
ResponderEliminarNo conocía esta historia, pero su argumento y lo que cuentas de él, me dicen que no me lo piense y lo lea ya jeje. Hace mucho que no leo romántica histórica y es un género que me encanta, así que espero animarme en breve.
Besos
Parece un libro interesante. Me gusto la portada. Te mando un beso.
ResponderEliminarHola, excelente reseña. Me llama la atención por lo que nos cuentas, no la conocía hasta ahora pero me apunto esta historia para leerla después.
ResponderEliminarSaludos ✌🏻💋
Hola, me alegra que disfrutaras leyéndola, ya cuando he leído la sinopsis he pensado que es un libro que me encantaría leer, es de esas historias que suelen gustarme y creo que lo disfrutaría enormemente, así que me la apunto. Muchas gracias por tu reseña.
ResponderEliminarBesos desde Promesas de Amor, nos leemos.
Es genial cuando tu autor favorito cumple las expectativas aunque es un poco injusto el nivel de exigencia que les ponemos. Pero qué felicidad cuando te encuentras con un libro así.
ResponderEliminarTengo que decir que no conocía a la autora y no suelo leer este tipo de novela de época diría y con romance. Hace tiempo leía más pero me gustan esos personales con muchas aristas, y esos que tardas en encajar porque cuesta más conocerlos.
Lo tendré en cuenta.
Saludos
Holaaaa
ResponderEliminar¡No lo conocía!
Un abrazo ;)
¡Hola!
ResponderEliminarEste tipo de historias son de mi estilo. Me lo llevo apuntado. Un besote!!
Me dejaste con muchísimas ganas de leer Mi hogar lleva tu nombre!! Gracias por compartir esta joya, va directo a mi lista:)
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