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Reseña | Entre vivo y muerto - Carla G. Sarrión

Entre vivo y muerto
de Carla G. Sarrión


Género | Narrativa juvenil
Editorial | Editorial maLuma
Fecha de publicación | Julio de 2025
Páginas | 224

Mi vida es un desastre. Tengo treinta años y le debo mucha pasta a un tío muy chungo. No tengo casa, bebo demasiado y mis únicos amigos están a punto de rendirse conmigo. Uno de ellos me lanza un salvavidas y me dice que puedo quedarme gratis en una vieja casa que tiene su familia. Supongo que es una buena oportunidad para ponerme las pilas y recuperar un poco el rumbo. Así que acepto. Pero, ¡sorpresa! Al segundo día de estar allí, me doy cuenta de que no estoy solo. Hay otro inquilino en esta casa, y os juro que no parece de este mundo.

Sobre la autora Carla G. Sarrión




Carla G. Sarrión (Valencia) es una lectora apasionada desde siempre, que encontró en la escritura una forma de explorar y contar lo que no siempre se dice en voz alta. Sin formación literaria, pero con una curiosidad constante por las palabras, publica Entre vivo y muerto, su segundo libro con la misma editorial que acogió su debut, Todas las cosas rotas. Escribe sin un género literario fijo pero desde la emoción y la necesidad de contar historias. Puedes seguir su trabajo en Instagram como @CarlaSarrion.


Fotografía en Goodreads x

Opinión personal

¡Hola, queridos ecos! Hoy os traigo la reseña de Entre vivo y muerto, un libro muy especial para mí puesto que su autora Carla es una de las personas más importantes de mi vida. Pero no os preocupéis porque en este blog, ante todo, sinceridad, y os voy a contar lo que me ha parecido desde la completa honestidad. 

Kayden es un treintañero con problemas de dinero. Su ludopatía le ha llevado a contraer deudas con los Delrick, de quienes está constantemente huyendo. Debe varios meses de alquiler y la situación se le escapa, por lo que su amiga —y exnovia— Nell, que siempre está dispuesta a echarle una mano para salir del pozo, se ofrece a ayudarle. Su novio, Emmett, dispone de una casa que es de su familia y que tiene muchos problemas para alquilar. Kayden podría irse a vivir allí sin problema. Él, agradecido por la oportunidad, se muda al piso sin saber que allí encontrará a un inquilino muy particular.

Se trata de Oliver, un fantasma que falleció hace 30 años y que se ha quedado atrapado entre esas cuatro paredes sin saber por qué. Durante ese tiempo, ha ido viendo cómo inquilino tras inquilino, al descubrir su existencia, huían con el rabo entre las piernas... Todos menos Kay. Poco a poco, se dan cuenta que les gusta convivir, conocerse más a fondo, pasar tiempo juntos. Pero... ¿estarán destinados a ser solo amigos? ¿Cómo podrían ser algo más, cuando el corazón de uno late y el del otro lleva parado varias décadas?
Entre vivo y muerto es una novela de 224 páginas divididas en 26 capítulos cortos y un epílogo. Además de que me gustan mucho los capítulos de corta longitud, a este libro le funciona muy bien porque hace muy ágil y dinámica la lectura. Ayuda también a generar una sensación de viveza, que acompaña perfectamente al tono cómico del libro, pues siento que si fueran más largos transmitirían que es una historia más densa de lo que es.

Está narrado en primera persona y en presente desde dos puntos de vista, el de Kayden y el de Oliver. Al ser personas tan distintas y con experiencias tan dispares, es estupendo poder conocer sus pensamientos y emociones de primera mano, especialmente en momentos donde, si el lector no contara con la perspectiva propia, sería muy difícil empatizar y conectar con el personaje. 

Como ya he mencionado, el ritmo es muy ágil y, mientras que en la mayoría del libro es favorable, hay ocasiones en las que la historia pide detenerse y profundizar un poco más. Me hubiese gustado que se le diera más espacio y peso a los momentos complicados y dramáticos, por los que se pasaba un poco de puntillas. Pese a que hubiera roto un poco esa atmósfera ligera que tanto me ha gustado, la situación lo requería. 

En cuanto a la pluma de la autora, qué decir. Es fresca, dinámica y repleta de humor. Sus diálogos y escenas son muy originales, nunca sabes por dónde va a salir y eso hace que el lector esté muy atento y se sorprenda con frecuencia. Además, sus personajes son muy carismáticos —tanto los principales como los secundarios— y están muy bien construidos, pudiendo ver claramente su evolución personal a lo largo de la novela.
Los personajes son geniales, tanto los principales como los secundarios. Todos tienen espacio en el libro para brillar y para mostrar sus virtudes y defectos.

Kayden es un bala perdida al que no puedes evitar coger cariño, por mucho que la líe. Es la típica persona que suele meterse en muchos embrollos, pero que no tiene maldad alguna. Su ludopatía le convierte en el blanco de los Delrick, a quienes les debe mucho dinero; gracias a que está rodeado de muy buenos amigos —su ex Nell y su novio Emmett—, consigue ver la luz al final del túnel al irse a vivir a una casa de la familia de Emmett. Allí conoce a Oliver, un fantasma que murió hace tres décadas y que se ha quedado congelado en el tiempo (30 años) y atrapado entre esas cuatro paredes. Cualquier otra persona hubiera huido despavorida al saber que convive con un espectro, pero no Kay. Él se lo toma con humor y se propone hacer de Oliver un hombre del siglo XXI, adaptado a todos los cambios que ha experimentado la sociedad desde los noventa. Aunque de buenas a primeras Kayden parece una persona que no se toma nada en serio, lo cierto es que es muy inseguro y se escuda en el humor para protegerse.
Siempre me he escudado detrás del sentido del humor porque es un gran mecanismo de defensa.
Oliver, por su parte, no puede definirse de otra manera que no sea ser de luz. En el dúo Kay-Oliver, él es la voz de la razón, madurez que le viene dada por su carácter y por su edad —aunque aparentemente tenga 33 años, lleva vividos muchos más y se nota—. No recuerda cómo murió, solo tiene en mente a su novio Alfie, a quien quería con locura y del que ya no ha vuelto a saber nada. En cuanto a su conocimiento del mundo, conforme va aprendiendo de la actualidad, se da cuenta de cuánto se ha avanzado en unos aspectos y de cuánto queda por avanzar en muchos otros. 
Estoy bastante seguro de que, de haber nacido en otra época, las cosas habrían sido diferentes. Pero la mayor parte del tiempo somos presas de la sociedad.
Nell es la amiga que todos necesitamos. A pesar de ser la ex de Kayden, le mantiene como amigo y quiere lo mejor para él. Junto a ella, Emmett, su actual novio, demuestra su gran corazón al ofrecerle a Kay vivir en la casa de su familia que está sin inquilinos. Ambos son piezas fundamentales en la evolución del protagonista, pues sin ellos no habría cambio posible.

Otro personaje secundario fundamental es Kara, a quien Oliver conoce haciendo voluntariado telefónico. Ella representa a todos esos jóvenes que nacen en familias que no les aceptan y que necesitan, con urgencia, el apoyo de alguien para salir adelante. Para Kara, esa persona es Oliver, que aparece en su vida cuando más lo necesita.

Entre vivo y muerto aborda multitud de temas, algunos de ellos muy duros, aunque la atmósfera del libro nunca llega a ser demasiado dramática ni densa. Alcanza un equilibrio perfecto entre reflexión y humor, algo verdaderamente valorable debido a la dificultad que esto entraña.

Uno de los tópicos más presentes en el libro es el de la vida y la muerte. Me encanta cómo el vivo (Kayden) está desaprovechando su vida y cómo el muerto (Oliver), quien en un principio debería estar hundido por su situación, está lleno de vida y ganas de aprender y seguir habitando el mundo, a su manera. Es precisamente gracias a Oliver, junto a la ayuda de Nell y Emmett, que Kay logra salir de ese pozo que no parecía tener fin. 

La obra también toca el tópico del amor, tanto el romántico como el de la amistad. En base a estos dos tipos de amor, el libro aborda el tema de la found family, que me apasiona. Kayden ha nacido en una familia negligente y si no fuera por sus amigos, que son su pilar fundamental, no podría salir adelante. Se quieren muchísimo y adoro cómo, en el caso de Kay y Nell, han sabido transformar su antigua relación romántica en una relación de amistad más que pura.

Otro tema fundamental de Entre vivo y muerto es la orientación sexual, que se aborda desde diferentes perspectivas: la persona que ya la ha descubierto y la abraza (Oliver), quien la conoce y está sufriendo por los prejuicios de los demás (Kara) y el que está explorándola y conociéndose mejor gracias a ello (Kayden). Además, gracias a las experiencias de Oliver se puede hacer una comparativa entre la situación de la comunidad LGTBIQ+ en los ochenta y en la actualidad.

Aunque no se profundiza demasiado en ello, también se habla de adicciones como el alcoholismo y la ludopatía. Me hubiera gustado que se entrara más en detalle en las dificultades que tiene Kayden para superarlos, siento que se pasa muy por encima cuando es muy complicado hacerles frente. 

El libro también pasa de puntillas por spoiler el suicidio. Kara intenta suicidarse y me hubiera hecho falta que esto tuviera más peso en la historia. En mi opinión, se salta a escenas más ligeras muy pronto y el lector no tiene tiempo de asimilar lo que ha pasado spoiler

En cuanto al final, es sencillamente perfecto para la historia. En cualquier otro libro podría resultar abrupto y anticlimático, pero en Entre vivo y muerto es el que mejor encaja. Me encantó que la autora se atreviera a plantear este desenlace, era exactamente el que pedía la novela.
             No puedes juzgar porque nunca sabes la carga que lleva cada uno.
                                 El dolor también se siente en las palabras.
Me siento afortunado por tener a Kayden, pero al mismo tiempo no dejo de pensar que ahora el miedo tiene un arma contra mí.

En definitiva...

Entre vivo y muerto es una novela que, aunque es ligera y está llena de humor, toca temas tan importantes como la orientación sexual y cómo esta ha sido percibida a lo largo de las últimas décadas, así como la importancia de los amigos, que se pueden convertir en la familia que eliges. Narrado desde dos puntos de vista, el lector llega a conocer en profundidad las personalidades de Kayden y Oliver, que no podrían ser más diferentes. Mientras se van acercando, descubrimos cosas del pasado de Oliver y Kayden va deshaciéndose de su fachada de chico fuerte y despreocupado, para dar lugar a alguien vulnerable y con dudas, a la par que valiente y decidido. En resumidas cuentas, si buscas una novela con unos personajes sólidos y bien definidos, que aborda tópicos sensibles pero sin perder el tono fresco y humorístico, Entre vivo y muerto es para ti.
Me ha gustado

Los capítulos largos ayudan a generar una sensación de agilidad, muy acorde al tono cómico y ligero de la novela. 

Los dos puntos de vista desde los que se cuenta la historia son perfectos para que el lector conecte, y sobre todo entienda, la perspectiva de los personajes principales. 

La pluma de la autora es fresca, dinámica y repleta de humor; sus diálogos y escenas con muy originales y sus personajes son carismáticos y bien construidos.

Los personajes, tanto los principales como los secundarios, son geniales y están muy bien construidos.

Trata temas muy interesantes, tendiendo a la reflexión sin perder del todo el tono cómico y ligero.

Puntuación

Portada: 5 / 5
Narración: 4 / 5
Estructura: 3,5 / 5
Personajes: 5 / 5
Trama: 4 / 5
Final: 5 / 5
       
 No me ha gustado

La historia sigue una tendencia muy ligera, pero hubiese agradecido que en los momentos dramáticos se profundizara más en ello y no se pasaran tan de puntillas.
Me hubiera gustado que el tema del alcoholismo y la ludopatía se trataran en más profundidad. 




 





Puntuación final


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