de Grégoire Delacourt
Traducción de Rosa Alapont Calderaro
Género | Narrativa contemporánea
Editorial | Maeva
Fecha de publicación | Enero de 2021
Páginas | 184
¿Y si juventud y belleza no fueran sinónimos de felicidad?
Una historia conmovedora acerca de la belleza de las huellas que deja el paso del tiempo y el poder del amor
«Con cuarenta y siete años, seguía sin tener ninguna arruga en el entrecejo, ni en la frente, ninguna pata de gallo, ni canas, tampoco ojeras; tenía treinta años, desesperadamente.»
Hasta los treinta años, la vida de Betty era feliz. Fue a la universidad, encontró al hombre de su vida, se casó con él y dio a luz a un hijo, su futuro era prometedor. Pero cuando de repente deja de envejecer, todo empieza a tambalearse. Lo que parece el sueño inalcanzable de tantas mujeres se convierte en una realidad para ella y en una experiencia inesperada para su familia y sus amigos.
«El tiempo no es una maldición, la belleza no es juventud y la juventud no es felicidad. ESte libro te dirá que eres hermosa.»
Grègoire Delacourt
Sobre el autor Grégoire Delacourt
Grégoire Delacourt (Valenciennes, 1960) cosechó un inmenso éxito gracias a La lista de mis deseos con más de un millón de ejemplares vendidos, publicada en veintisiete países y con una adaptación teatral y otra cinematográfica. En nuestro país, se han publicado también Las cuatro estaciones del amor y Bailar al borde del abismo.
Fotografía enMaeva Editorial x
Opinión personal
¡Hola, queridos ecos! La reseña que os traigo hoy me va a costar muchísimo escribirla. ¿Por qué? Porque hay historias que, sencillamente, son tan bellas y conmovedoras, que no hay manera de hacerles justicia. Pero lo intentaré.
Conocí este libro gracias a mi trabajo. Navegando por las novedades editoriales, me topé con esta increíble portada que captó completamente mi atención. Ya antes de leer la sinopsis sabía que iba a caer en mis manos, que tenía que leerlo. Al saber que trataba sobre la belleza y cómo esta se ve en la vejez, mis ganas de tenerlo aumentaron. Y aquí estoy, quince minutos después de haberlo terminado, con lágrimas en los ojos, intentando transmitir el impacto y la pureza de esta historia.
La vida de Martine, que más adelante cambiaría su nombre por el Betty, avanza apaciblemente. Demasiado pronto, pierde a su madre Pauline, y queda al cuidado de su padre. Seguirán creciendo juntos, aprendiendo a ser padre e hija, soportando el dolor de la ausencia de una madre y una esposa.
Los años siguen pasando para Betty: estudia, trabaja y, mientras tanto, encuentra a alguien con quien pasar el resto de su vida y formar una familia. Sin embargo, pasados los treinta le ocurre algo que cambiará el rumbo de su vida para siempre... Deja de envejecer.
A partir de entonces, los años ya no harán mella en su rostro, ni en su cuerpo, pero sí lo harán en su interior. Mientras todo —y todos— a su alrededor se cubre de tiempo, ella permanece imperturbable.
Lo que toda mujer desea, una belleza que no es efímera, se convierte para Betty en una cruz, una carga. ¿Podrá soportar mirarse al espejo sabiendo que, bajo ese rostro de treinteañera, se esconde una mujer mucho mayor?
La mujer que no envejecía es una novela de 184 páginas. Dividida en 3 partes —tituladas como intervalos de edad de la protagonista— sus capítulos son cortos y están sin numerar. Esta estructura ha agilizado muchísimo la lectura, además de dinamizar el avance del tiempo y dar la sensación de que realmente crecíamos junto a Betty.
La novela está narrada en primera persona y de forma cronológica (obviamente, la más lógica para esta historia). Ambientada en la Francia de los años 60 —hasta los 2000—, son las referencias culturales lo que más me ha sacado de la novela. Que sea una época que yo no conocí, añadido al hecho de que sea en Francia, me hizo perderme en algunos detalles de la narración que, aunque no fueran cruciales para seguir el hilo de la historia, sí me dejaron con la sensación de no entender completamente lo que me estaba contando el autor.
El ritmo es pausado —que no lento— y te deja saborear cada palabra. La novela está narrada con la sencillez de alguien que te cuenta los momentos más relevantes que ha vivido desde que nació hasta que envejeció (o, en este caso, hasta que su fecha del DNI decía que era anciana). Es en este paseo tranquilo por todos los años de una vida donde radica la belleza de esta historia.
En cuanto a la pluma del autor, me ha dejado embelesada desde la primera hasta la última palabra. Su manera de ponerte en la piel de la protagonista, de transmitirte sus sentimientos, sus miedos, sus esperanzas... La conexión que estableciera con los personajes me ha llevado en más de una ocasión a las lágrimas. Aunque antes solía llorar con más facilidad, cada vez me cuesta más que un libro me emocione hasta tal punto y eso dice mucho del autor y su maestría con las palabras. Grégoire tiene un estilo muy cercano y poético, pero consigue no caer en clichés ni palabras vacías.
De la trama han sido múltiples los aspectos que me han gustado, por no decir que me ha enamorado toda la historia en sí.
El mensaje que más mella ha dejado en mí ha sido el de que la vejez no implica la pérdida de la belleza. A lo largo de La mujer que no envejecía se van exponiendo uno a uno todos los cánones de belleza a los que queda sometida una mujer desde que nace hasta que muere. De ella se exige que se mantenga joven para seguir considerándola bonita. De ahí parte la crítica central de la novela; con la pérdida de capacidad para envejecer de la protagonista el lector se da cuenta de que el paso del tiempo es algo que celebrar. Significa que seguimos vivos, que las personas que nos quieren nos están viendo crecer a su lado; cada arruga cuenta nuestra historia.
La vejez es una victoria.
También se trata durante la lectura temas como la maternidad y la paternidad. El autor le da gran importancia a la figura de la madre en el desarrollo de una persona; en esta historia la protagonista pierde a la suya tan pronto que a penas tiene tiempo de aprender de ella. Es aquí donde entra la figura del padre, en su esfuerzo por cumplir tanto su papel como el de su mujer ausente.
Crecer es violento, hay que hacer un duelo difícil; quieres ser libre, independiente, sin perder por ello la protección de la que gozabas de niño, empiezas a golpearte contra los muros del mundo, a medir el lugar que ocuparás en él.
En La mujer que no envejecía también se habla de que la familia muchas veces no viene determinada por la sangre.
En cuanto al final, aunque gustó —de hecho me hizo llorar a lágrima viva—, hubiera preferido algo un poco más realista (todo eso partiendo de que el hecho de una persona no pueda envejecer ya es, en sí, poco fiel a la realidad).
Los personajes de La mujer que no envejecía me han resultado fascinantes. Empezando por la protagonista, Betty. Me ha encantado cómo el autor ha conseguido que el lector crezca con ella y la acompañe en los momentos más importantes de su vida. Que la novela esté narrada en primera persona también ayuda a comprender sus sentimientos y sentir su dolor; le está ocurriendo algo que no entiende, sobre lo que no tiene ninguna clase de control y que, para todo el mundo es una bendición, excepto para las personas que a ella le importan.
André, el marido de Betty, ha despertado en mí sentimientos contradictorios. Aunque le he odiado en alguna ocasión por las decisiones que ha tomado, en el fondo es perfectamente comprensible su postura.
También tenemos a Odette, la mejor amiga de Betty. Odette ansía todo lo que su amiga tiene, la belleza que todos los hombres parecen buscar en una mujer. Sin embargo, ella no cuenta con el "don" de Betty, y tendrá que encontrar otros medios para rejuvenecerse. Me ha gustado mucho cómo el autor ha reflejado en ella los cánones de belleza femeninos y las exigencias de la sociedad para que se alcancen.
Un personaje de gran relevancia para la trama es Fabrice, fotógrafo y novio de Odette. Uno de sus proyectos consiste en fotografiar a una persona una vez al año con la misma ropa, la misma pose y la misma expresión. DE este modo, se puede percibir el paso del tiempo entre fotografía y fotografía. Siempre me han gustado mucho los proyectos de este estilo y que fuera un pilar esencial de la novela me ha fascinado.
Otro personaje del que he disfrutado mucho ha sido Françoise, la segunda mujer de su padre. Su vida no ha sido fácil y, aun así, encuentra la fuerza para ser un apoyo fundamental para otras personas. Me ha resultado un personaje de lo más entrañable al que le he cogido mucho cariño.
En definitiva, todos los personajes —me dejo algunos en el tintero— juegan un gran papel en la trama y, sobre todo, en el desarrollo de la protagonista. El autor ha sabido darle a cada uno un espacio adecuado en la narración.
A mamá le gustaba fotografiarme, decía que la belleza no perdura, que siempre alza el vuelo, como un pájaro que escapa de una jaula, que es importante recordarla; importante agradecerle que nos haya elegido.
Que no esté aquí no significa que haya dejado de estar.
El amor también habita en la espera y en el espacio, en la paciencia y la admiración.
Nada dura y es en esa certeza donde reside la clave.
Las cosas resultan aterradoras cuando no se les pone un nombre.
Lo único que posee valor es lo que no dura, y la amenaza de la pérdida es precisamente lo que nos ayuda a vivir.
En las revistas de cine, contemplaba la eterna juventud de Liz Taylor, Ursula Andress, Raquel Welch, las fotografías que congelaban su belleza para siempre, sin la marca de una arruga, sin la sombra de un temor. Eso me hacía soñar, porque a nadie le gustan las cosas que se alteran, nos da la impresión de morir.
En definitiva...
La mujer que no envejecía es un canto a la belleza oculta en el paso del tiempo, una crítica a los cánones que exigen que un cuerpo permanezca imperturbable para considerarlo bonito. A la protagonista de la novela se la priva de envejecer y, con ello, encuentra en su vida más obstáculos que ventajas. Grégoire Delacourt consigue, a través de una magnífica y poética prosa, emocionar al lector y transformar su percepción sobre la belleza y la vejez. Se llega a la última palabra de la novela sabiendo que ambos son conceptos, lejos de ser contradictorios, van de la mano.
Me ha gustado...
La estructura agiliza mucho la lectura, haciendo que el paso de los años sea muy natural.
Su ritmo pausado y tranquilo te da la sensación de estar paseando por la vida de una persona. Se saborea cada página y cada palabra.
El autor consigue embelesar al lector y hacer que conecte con los personajes con su estilo cercano y poético.
La novela consigue que el lector comprensa que belleza y vejez no son términos contradictorios, que la una y la otra conviven en armonía.
Trata temas como la maternidad, la paternidad y el concepto de familia desligado de la sangre.
Todos los personajes juegan un papel fundamental en la trama y en el desarrollo de la protagonista.
Puntuación
Portada: 5 / 5
Narración: 5 / 5
Estructura: 4 / 5
Personajes: 4,5 / 5
Romance: 4 / 5
Trama: 5 / 5
Final: 4 / 5
No me ha gustado
Las referencias culturales (Francia en los años 60) me hicieron perderme detalles de la narración.
El final, aunque me ha gustado, hubiese preferido que fuera un poco más realista.
Puntuación final
★★★★★
¡Hola! Pues parece un libro que podría dejarme enseñanzas interesantes y me llamó desde que lo vi la primera vez así que no me importaría nada darle una oportunidad. Un besote :)
ResponderEliminarWaaoo me ha encantado esta reseña, quiero leerlo ya, jajaaj gracias, hace mucho que no leo un libro asi, lo apunto entre mis pendientes, gracias un besito
ResponderEliminarHola! No conocía el libro y aunque parece interesante no creo que sea una lectura para mí así que lo voy a dejar pasar. Gracias por tu reseña.
ResponderEliminarUn saludo!
Dios!! No conocía este libro de nada, pero has hecho que me pique la curiosidad. A veces encontrar historias que nos trasmitan tanto es complicado, y en tus palabras se nota un montón cuánto te ha gustado *-* ¡Va directo a mi wishlist! Gracias por descubrírmelo <33
ResponderEliminar¡Nos leemos!
¡Hola, Yolanda! Me hubiera gustado poder hacerle un huequito cuando vi la nota de prensa porque la trama me atrajo mucho aunque no estaba del todo convencida XD
ResponderEliminarAhora tras leerte sé que me va a encantar así que sí o sí lo dejo anotado para leerlo más adelante ;)
¡Besos 🖤 desde Tiempo Libro!
¡Hoooola!
ResponderEliminarQue preciosidad de portada *_*
Me he quedado enamorada, y después de ver todo lo que dices en tu reseña, pues todavía más. Me encantan los libros que tienen personajes taaaan bien construidos, encima que deja un mensaje tan bonito y necesario como la belleza del paso del tiempo, ains. En fin, que me lo apunto sin duda, que tiene buenísima pinta.
¡besos!
¡Hola! La portada me parece maravillosa y veo que el libro te ha encantado, así que me lo apunto sin pensármelo dos veces.
ResponderEliminarMuchas gracias por compartirlo y un saludo :)
La portada es tan bonita y la trama pinta genial aunque ahora mismo me decanto más por novela romántica parece una opción a tener en cuenta
ResponderEliminar¡Buenas!
ResponderEliminarQué portada más bonita y qué entrada más currada, como de costumbre. Solo que hacía tanto que no pasaba a leer blogs, que me sigo sorprendiendo. Así que antes de nada, enhorabuena por una reseña tan completa, concienzuda y cuidada.
Me ha llamado especialmente esta historia, creo en parte por cómo has hablado de ella. No obstante, no es un libro con el que me pondría actualmente, pero sí lo voy a tener muy presente.
Gracias por la reseña.
Un beso.
No me termina de llamar en esta ocasión, pero me alegra que la hayas disfrutado tanto.
ResponderEliminarBesotes!!!
¡Hola! Me alegra ver que ha sido una historia de la que has disfrutado. Personalmente no es una lectura que me llame especialmente la atención, por lo que en esta ocasión prefiero dejarla pasar.
ResponderEliminar¡Nos leemos!
¡Hola!
ResponderEliminarNo conocía el libro, pero me alegra que lo hayas disfrutado, no creo que yo me anime a leerlo.
Gracias por la reseña.
Nos leemos♥
¡Hola, hola!
ResponderEliminarNo conocía este libro, la verdad, pero no sé si sería mi tipo de lectura al fin y al cabo. De todas formas, me alegro que tú lo hayas podido disfrutar tanto. Me encanta tu formato de reseñas, súper ordenadito! Jajajaja. No conocía tu blog, pero me quedo por aquí :). Gracias por la reseña.
¡Un besazo ^^!
Gracias por la reseña, este libro lo vi en esta edición de masa crítica de Babelio y dudé mucho, al final no postulé pero ahora veo que podía haber sido una bonita y diferente opción. Besos
ResponderEliminarHola bonita
ResponderEliminarDesconocido total y me ha parecido una auténtica gozada leerte hablar de él. Me ha picado la curiosidad porque me parece un libro delicado, suave y que te hace pensar sobre un tema super importante. Gracias por descubrirmerlo
Un beso
Hola.
ResponderEliminarEste libro lo voy a dejar pasar, no me llama mucho y ademas tengo demasiados pendientes y quiero centrarme en ellos. Gracias por la reseña.
Nos leemos.
Holaa,
ResponderEliminarel hecho de que no te hayan gustado las referencias culturales hace que me lo plantee aún más. Aún así, no sabría decirte.
Tengo tantos pendientes que bufff.
Un abrazo.
¡Hola!
ResponderEliminarPues la verdad es que no conocía esta novela pero me parece que parte de una premisa muy bonita. Además es una obra que parece bastante cortita y pese a ello trata muchos temas interesantes. Una pena que el final te hubiera gustado más realista de lo que ha sido (aunque es lo que dices, la premisa no es muy realista de entrada xD). Me ha dado mucha curiosidad y viendo que lo has disfrutado tanto, me lo llevo.
¡Besos!
¡Hola!
ResponderEliminarSe nota que esta historia te ha gustado mucho y es verdad que, a veces, solo con ver una portada sabes que tienes que leer esa historia.
Aunque alguna cosa de los años 60 te ha sacado del contexto creo que abarca muy buenos años y sobre todo esa crítica como a las mujeres se espera que siempre estemos guapas y jóvenes.
Nos leemos
HOLA HOLAAA!!
ResponderEliminarNo conocía este libro pero pinta muy bien!
Yo también estoy en la iniciativa seamos seguidores, ya te sigo!
Un besote desde el rincón de mis lecturas💞
¡Hola!
ResponderEliminarEstoy flipando con la pedazo de reseña que has hecho, yo que a veces estoy medio año peleándome con las imágenes con el nuevo blogger y tú lo tienes todo tan bonito que da ASMR visual leerte, en serio. Me alegro muchísimo de que haya sido una lectura casi redonda, pero que las cosas 'menos buenas' no hayan sido suficientes como para bajarle una estrella.
¡Nos leemos!
Sara (Modus Leyendi)
Holii!!
ResponderEliminarMe alegro que hayas disfrutado tanto de esta novela, es un gusto que las historias nos calen tanto. Sin embargo no creo que sea una novela para mi, por lo menos de momento.
Besos 💜💜
Hola!!
ResponderEliminarMuy interesante e intrigante, me lo apúnto. Gracias por la recomendación y reseña.
Besos💋💋💋